Recuerdo que en 1577 se corcentaron los tratos, pero la cantidad que mi madre había reunido no era suficiente para liberarnos a los dos, y decidí que se fuera mi hermano. Rodrigo llevaba un plan ideado por mi para liberarme a mi y otros compañeros.Mis compañeros y yo nos escondimos en una cueva, esperando una galera española que venia a recogernos. La galera consiguió llegar, e intento acercarse a la cueva en dos ocasiones, pero a los muy estúpidos finalmente los apresaron. A nosotros también nos descubrieron por culpa del Dorado, que nos delato. Yo me declare como el único responsable, el bey de la prisión me encerró en mi "baño" lleno de cadenas durante cinco largos y terribles meses, no me podía ni mover.
Como yo no me dí por vencido intente escaparme otra vez, y también fracase. Y como a la tercera va la vencida, intente llegar por tierra, convencí a un buen amigo moro para que fuera allí a llevarle unas cartas a Martín de Córdoba, explicándole también el plan. Sin embargo mi querido amigo fue preso y las cartas descubiertas. Y en esas cartas por desgracia se podía comprobar que yo era el responsable de todo, y fui castigado a recibir 2000 palos, que al final por suerte no me los lleve ya que muchos amigos se intercedieron por mi. El ultimo intento que hice por escapar fue posible gracias a un buen hombre mercader valenciano, que me dio una gran cantidad de dinero. Con ese dinero conseguí una fragata capaz de transportar a sesenta cautivos. Cuando ya estábamos con un pie en la libertad, todo se fue al garete por un traidor, que revelo todo el plan a Azán Baja. este me llevo a Constantinopla donde la fuga seria casi imposible de realizar. Para variar, yo me hice culpable de todo.

Como yo no me dí por vencido intente escaparme otra vez, y también fracase. Y como a la tercera va la vencida, intente llegar por tierra, convencí a un buen amigo moro para que fuera allí a llevarle unas cartas a Martín de Córdoba, explicándole también el plan. Sin embargo mi querido amigo fue preso y las cartas descubiertas. Y en esas cartas por desgracia se podía comprobar que yo era el responsable de todo, y fui castigado a recibir 2000 palos, que al final por suerte no me los lleve ya que muchos amigos se intercedieron por mi. El ultimo intento que hice por escapar fue posible gracias a un buen hombre mercader valenciano, que me dio una gran cantidad de dinero. Con ese dinero conseguí una fragata capaz de transportar a sesenta cautivos. Cuando ya estábamos con un pie en la libertad, todo se fue al garete por un traidor, que revelo todo el plan a Azán Baja. este me llevo a Constantinopla donde la fuga seria casi imposible de realizar. Para variar, yo me hice culpable de todo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario